DESDE EL PRINCIPIO, NUESTRAS RAICES.
Para que exista una buena producción es necesario que se den unas condiciones climatológicas determinadas, además la calidad de la planta y de la tierra son determinantes, tanto o más que la dedicación del truficultor.
Normalmente la planta que se utiliza está previamente micorrizada, este proceso debe estar bien desarrollado, con un mínimo de ápices micorrizados ( entre un 20% y un 30% aproximadamente), este porcentaje va a estar influenciado por los factores de desarrollo radicular al que ha sido sometido, y por lo tanto, las terminaciones de raíz fina micorrizada variará considerablemente de unos cultivos a otros. Es importante que una planta tenga un óptimo sistema radicular bien desarrollado, y el sumun de este proceso será que se dé una micorriza con el hongo.
Existen varios motivos que desencadenan en fracaso de micorriza:
- Alteraciones en la morfología de desarrollo
- Escasa presencia de micorriza.
- Otras micorrizas que colonizan las creadas
Así, la micorriza de calidad se caracteriza por:
- Sistema radicular bien estructurado
- Equilibrio entre parte aérea y parte radial
- Sin signos de desecación o recalentamiento
- Tallos únicos o escasos
- Visibilidad de yemas susceptibles de producir brote apical
En Santa Eulalia, nuestros truficultores se encargan de tener todo a punto, trabajan durante todo el año y ponen su esfuerzo para conseguir este tesoro tan valioso, la trufa negra de Teruel.
Desde Sentidos Truferos trabajamos para que nuestras carrascas estén en unas condiciones óptimas al llegar la temporada, y sin ninguna duda, esta información tan valiosa que os regalamos ha sido un pilar importante de nuestro trabajo.